Empiezan a aparecer miembros de la familia de Susan.
En este caso, en el fragmento de hoy de esta blog novela, aparecen tres primas de nuestra protagonista.
¿Qué es lo que querrán?
La mente de Susan trabajó a gran velocidad en los días que siguieron.
Sabía que su vida no volvería a ser la
misma que había sido hasta aquel momento. Su madre sospechaba que algo raro le
ocurría. En varias ocasiones, trató de hablar con ella. Sin embargo, Susan no
sabía cómo contarle que estaba enamorada de Gerard. A lo mejor, lady Kate no lo
entendía.
Una tarde, una barca en la que viajaban tres
mujeres elegantemente vestidas se acercó poco a poco a la isla.
-Recordadme el porqué estamos haciendo esto-pidió la más joven de
las mujeres.
-Se tratan de nuestra tía y de nuestra prima-le recordó la mayor
de las tres-Debemos de conocerlas. Estamos en nuestro derecho.
-Nuestra tía cometió un pecado terrible. Está pagando un justo
castigo por ello. ¡No vamos a empezar a compadecerla!
-¡Por favor!-intervino la segunda mujer. Era la mediana de las
tres-No empecéis a discutir. Vamos a tratar de hacer lo correcto.
Lady Arianne Sheldon vio cómo se formaban pequeñas
ondas en el agua. Las ondas la formaban los golpes del barquero. Se estaban
acercando poco a poco a su destino. Y estaba muy nerviosa.
-Además, la temporada social en Londres es muy
aburrida-afirmó-Podemos preparar a nuestra prima para que haga su puesta de
largo el año que viene.
Iba acompañada por sus otras dos primas. Lady
Gaelen y lady Danielle Sheldon eran hermanas. Las hermanas de lady Kate habían
hecho buenos matrimonios. Una de ellas se había casado con el segundo hijo del
conde de Becher. Tiempo después, la otra hermana contrajo matrimonio con el
heredero del condado de Becher.
La primera pareja eran los padres de Arianne.
La segunda pareja eran los padres de Gaelen y de Danielle. Las tres jóvenes se
habían convertido, a los ojos de las matronas, en tres venerables
solteronas.
Un rato después, aquellas tres mujeres se presentaron en
la casa de lady Kate. Lady Arianne era la que más recuerdos conservaba de su
tía. A la dama le costó trabajo reconocer a sus sobrinas. Habían cambiado
mucho.
Las tres iban completamente vestidas de negro.
Susan estaba en el desván intentando poner en orden sus ideas. Le
había dicho a su madre que iba a buscar telas para empezar a bordar un pañuelo.
Había empezado a buscar las telas en un viejo arcón que guardaba su madre allí.
Era donde guardaba los recuerdos de su vida anterior.
De pronto, oyó voces. Procedían del salón. Susan decidió bajar a
ver quién era. Su madre nunca recibía visitas. En un primer momento, pensó que
se trataba de Cassandra. Se envaró. Su madre estaba hablando con tres mujeres.
Ninguna de aquellas tres mujeres era su mejor amiga. No entendía lo que estaba
pasando. Al entrar en el salón, vio a su madre sonreír de un modo desconocido
para ella.
Cogía con cariño las manos de una de aquellas tres mujeres.
-Cariño, ven aquí-la invitó-Déjame que te presente a tus
primas. Son lady Arianne, lady Danielle y lady Gaelen Sheldon.
-No nos apellidamos así-le recordó Susan.
-Son las hijas de mis hermanas Belinda y Kathryn. Creo que te he
hablado antes de ellas.
Las tres mujeres se acercaron para abrazar a Susan.
La besaron en las mejillas.
La mayor de las tres, la tal lady Arianne, incluso,
llegó a acariciar su mejilla con la mano.
-Es una alegría poder conocerte, prima-afirmó lady Arianne.
-Venimos a quedarnos una temporada con vosotras-anunció lady Danielle-Espero que no sea mucha molestia.
-Pero...-balbuceó lady Kate, asombrada.
-¡Sabía que no te opondrías, tía Kate!-palmoteó lady Gaelen.
Susan estaba desconcertada. Aparecían de improviso tres desconocidas en su casa que decían ser sus primas. ¡Y pretendían quedarse allí a pasar una temporada!
-Madre...-balbuceó Susan.
-Puede que esté cometiendo un error-dijo lady Kate-Pero deseo que se queden.
-¡Eres muy amable, tía Kate!-afirmó lady Arianne.
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