lunes, 4 de mayo de 2015

ESCENA ELIMINADA DE "CON EL CORAZÓN ROTO"

Hola a todos.
Aquí os traigo una escena eliminada de mi novela Con el corazón roto. 
Espero de corazón que os guste.

                                La criada sirvió el postre.
                                Tarta de manzana...
                                Pero Olivia ya no tenía hambre. 
                                 Consuela retiró los platos sucios para dejar espacio al postre. Miró a Olivia con preocupación. La conocía demasiado bien. No estaba disfrutando nada de la cena. 
-Anne también es una gran cocinera-recordó Jack-Con todos mis respetos hacia Nora...No quiero que se enfade conmigo. Le tengo mucho aprecio. 
-Pero no estamos en La Pilarita-dijo Olivia-Estamos en mi casa. Y la Reina de la cocina de esta casa es Nora. 
                                 Sean sonrió. 
-Te convendría coger algo más de peso, Livie-la exhortó-Te veo muy delgada. A los hombres no les gusta estar con esqueletos. 
                              Ella le miró sorprendida. 
-¿Por qué dices eso?-le preguntó. 
-Te veo más delgada-respondió Sean-Y muy blanca...Muy pálida..
-¡Bah!-bufó su hija. 
-¿Qué me dices, Jack?-inquirió Sean. Miró al invitado. Había cierta intención en sus palabras. Jack lo notó. Y le desagradó-Eres hombre. Dime qué piensas. 
                             Jack se sintió turbado. 
-Él no tiene nada que opinar-replicó Olivia. 
                              Jack veía a Olivia más delgada. No lo dijo. Para él, ella era perfecta. No tenía ni un sólo fallo. No tenía defectos. Lo era todo para él. 
                            Podía adivinar bajo la falta las piernas esbeltas de la joven. 
-¡Joder!-masculló Olivia 
-Livie...-la regañó Sean. 
-¡Es que odio llevar falda! ¡No me gusta!
-Eres una señorita. Toda una dama...Tienes que llevar falda. 
-¿Me ves rara, Jack?-le preguntó Olivia a su invitado. 
                          Se hizo el silencio. 
                         Olivia estaba nerviosa. No se atrevía a mirar a Jack directamente a los ojos. 
                          Se moría de ganas por besarle. 
-Di algo-le pidió. 
-Te veo igual-respondió él. 
-¿Igual?
-Sí...
-¡Por Dios! ¡Parezco una muñeca de porcelana! ¡Odio eso! Nadie me va a tomar en serio. 
           


No hay comentarios:

Publicar un comentario